jueves, 24 de noviembre de 2011

¿HABEMUS CAMBIO!, AHORA TOCA EL MILAGRO, ¿NO?

Bueno, bueno, bueno... ahora sí que ya no va  a haber excusas, se ha producido el tan esperado cambio gracias a las tan participadas elecciones de este pasado 20 de noviembre. No sé si lo percibisteis igual que yo, pero  creo que el pasado domingo hasta en los colegios electorales se respiraba un ambiente distinto al hastío y aburrimiento habituales que normalmente abundan y se reflejan en las caras de "los elegidos" responsables de estar ahí tooooddooo el día.

Tras los resultados este país ya puede dormir tranquilo. ¡Habemus cambio! Ahora, y gracias al tan esperado resultado electoral, empezarán a florecer trabajos bien remunerados para todos, nos bajaran los impuestos, escuela gratuita para todos, con MAC's desde preescolar para que se vayan adaptando a éste, nuestro contexto superinformatizado y con todas las herramientas e infraestructuras más que actualizadas. A lo mejor, incluso con ésta formación extra de los niños, podríamos intervenir a los futuros Millets sin tener que esperar 30 años hasta ser detectado que, quizás,algo pasa con las cuentas y gestión de una insitución tan representativa para nuestra cultura y con tal proyección internacional como és el Palau de la música. O quizás, algunos podrían empezar sus prácticas no remuneradas en los juzgados, introduciendo información de los casos varios que hay entre esas montañas de carpetas con hojas y pruebas cruciales, acumuladas en lo que parecen ser  representaciones en miniatura de las ya inexistentes torres gemelas, por los pasillos de los despachos.


Con el cambio, aprenderemos a volar altoaltoalto, aunque luego nadie repare en que también hay que aprender a aterrizar y no a desplomarnos y/ empotrarnos contra el suelo. Con el cambio, y bajo las primeras palabras pronunciadas del nuevo presidente : "yo no he prometido nada", podemos vislumbrar un período de calma, de mobilizaciones propiciadas por las NO promesas, y sobretodo de diferencia, es decir, de un antes y un después que se separen por un abismo, no solo ideológico sinó también estructural, aunque algunos se verán más afectados que otros; algunos perderán el derecho a decidir, hablar y sentir su propia cultura en pro a otra que nos gana en número de hablantes, aunque no en antiguedad, ni es más bella al pronunciarla, ni más eficaz. Años de immersión lingüística y de defender ciertos valores, directos al retrete, como consecuéncia de una hipocresía global que encuentra su orígen en los bares, en la calle, dónde todo el mundo es de izquierdas y un progre empedernido, pero luego vemos un mapa más azul que los cielos que se disfrutan en las mañanas despejadas  de verano.

Con el cambio, tendremos a Sarcozy contento, y sobretodo la hegemonia propia de una dicatadura governando a su antojo, sin que nadie pueda ni toser, no por no poder hacerlo sino porque aunque lo hagas no tienen porque hacerte caso. Mayoría abosluta, la gran mentira y mayor excusa democrática,para hacer lo que a unos pocos les plazca, sea cuál sea el color que  defiendan.

¡Viva el cambio que todo el mundo augura!
¡Viva el cambio que empieza con excusas!
¡Viva la fe de la gente en que todo se arregla solo, sin sacrificios ni esfuerzos!


Vivamos, nosotros todos, aprovechando que empieza la desvida.!

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